jueves, 30 de julio de 2009

Los que leían eran los obreros

Pablo Ransa . Biblioteca en rojo

"Los trabajadores que emigraron a Estados Unidos llevaron consigo, entre otras cosas, la institución del lector: una ilustración del American Practical Magazine de 1873 muestra a uno de esos lectores, con gafas y sombrero de ala ancha, sentado con las piernas cruzadas y un libro en las manos mientras una hilera de cigarreros (todos varones) en chaleco y mangas de camisa se dedican a enrollar puros, totalmente absortos, al parecer, en lo que están haciendo. (…)

Tenían sus libros preferidos: El conde de Montecristo, por ejemplo, llegó a ser tan popular que un grupo de obreros escribió a Dumas, poco antes de su muerte en 1870, pidiéndole que les permitiera dar el nombre de su personaje a uno de los tipos de cigarro. El novelista francés accedió."

Una historia de la lectura. Alberto Manguel

jueves, 23 de julio de 2009

Leonardo retratista de amantes

La dama del armiño, arriba

Anverso y reverso del retrato de Ginevra de Benci. Debajo.

"Mucho más que objetivos, lo que se necesita para vivir es un semblante”, escribió Elías Canetti. Detrás de cada cara hay un secreto, una historia que desconocemos y que necesitamos conocer cuando la contemplamos en un cuadro. No es algo que tenga que ver con la belleza, sino con el misterio.

Que la pintura hable es algo que sólo han conseguido los grandes genios como Leonardo. El retrato de Ginevra de Benci también esconde de ese misterio. Hay algo en su rostro que inquieta. Tal vez su impavidez, la expresión seca, el aire fantasmal.

Era una mujer joven, ingeniosa, bella y rica, pero con mala suerte. Su familia pertenecía al círculo florentino de los elegidos que frecuentaban el palacio de los Médicis y de niña creció en el ambiente del neoplatonismo y de las veladas literarias amenizadas por el poeta Poliziano y el filósofo Marsilio Ficino. De madrugada, a la luz de las antorchas jóvenes de cabello largo recitaban poemas en la terraza de la villa Bruscoli hasta el alba.

Sin embargo, a la bella Ginevra no la casaron con ninguno de aquellos poetas, sino con un comerciante de paños cuando aún no había cumplido los 16 años, Luigi Bernardini di Lapo Nicolini. Matrimonio desgraciado por los problemas financieros de su marido, y por problemas de salud de ella.

Durante mucho tiempo se pensó que el cuadro que le pintó Leonardo era un retrato de boda encargado por su marido. Pero hace poco se descubrió que el encargo procedió de un diplomático llamado Bernardo Bembo, que llegó a Florencia como embajador en 1475. Existe un emblema al dorso de la tabla del retrato, que consiste en una rama de laurel cruzada con una rama de palmera. Ambas encierran un lema en latín: Virtutem Forma Decorat, que quiere decir, La Belleza es el ornamento de la Virtud. Este emblema se corresponde con la heráldica de Bernardo Bembo.

Era un hombre de 40 años con esposa e hijo, que se enamoró perdidamente de esta muchacha. Tenían un lenguaje en clave para entenderse con violetas que la joven Ginevra dejaba caer deliberadamente de su seno mientras atravesaba la plaza de la Signoria. Durante cinco años vivieron un idilio secreto parece que más platónico que consumado y que acabó de forma abrupta cuando el brillante diplomático tuvo que abandonar Florencia, requerido por otras misiones de su cargo.

El mismo día de su partida, Ginevra se retiró al campo y desapareció del mundo. Lo único que ha quedado de ella es el cuadro de Leonardo y un solo verso inmortal escrito de su puño y letra: “Pido clemencia; soy un tigre salvaje”. Hay que contemplar su retrato bajo estas palabras.

Los pintores del Quattrocento sabían que no hay nada más profundo que la piel del rostro, y a menudo buscaban en ella la manifestación de un destino. Dice el escritor John Berger que uno mira siempre las pinturas con la esperanza de descubrir un secreto. “No un secreto sobre el arte, sino sobre la vida. Y si lo descubre, seguirá siendo un secreto, porque, después de todo, no se puede traducir a palabras”.

Unos años más tarde, ya en Milán al servicio de Ludovico Sforza, pinta el conocido como Retrato de la Dama del Armiño; retrata en él a la amante de Ludovico Sforza, Cecilia Gallerani. Leonardo la conoció en el castillo de Ludovico donde ambos vivían ya que Leonardo era el maestro de ceremonias del llamado El Moro. Cecilia era muy joven y bella y apreciada por su talento, pues interpretaba música y escribía poesía.

No era la única amante de Ludovico, por entonces casado. Ya se sabe que hay que seguir la tradición, de ahí Berlusconi. Lo malo es que éste en vez de proteger a genios como Leonardo, apradina a las Mama Chicho.


domingo, 19 de julio de 2009

Educar supone una frustración




Hannah
Arendt,
vivió entre 1906 y 1975. Alemana de origen, se exilió en Estados Unidos tras la ocupación nazi de Francia. Fue discípula de Martín Heidegger (padre del existencialismo) y de Edmund Husserl (impulsor de la fenomenología). Es una de las grandes pensadoras del siglo XX.

Piazza San Marco - Venice by Silvia Ganora Silvia Ganora

En un artículo de hace medio siglo titulado ¿Qué es la autoridad?, advertía Arendt que las autoridades tradicionales se derrumbaban y que aquello afectaría "a todas las esferas prepolíticas, como la educación y la instrucción de los niños, donde la autoridad, en el sentido más amplio, siempre fue aceptada como una necesidad natural". Para la filósofa esa necesidad proviene de la lógica dependencia del niño que, por lo tanto requiere una guía firme y referencias positivas, y deriva también de un requisito que ella llama político, como es el de garantizar la continuidad de una civilización europea. El filósofo especialista en educación José Antonio Marina reafirma las ideas de Hannah Arendt "No se puede educar sin autoridad".

Así pues a los hijos hay que procurar que entiendan la idea de que la libertad es fundamental, pero que no es otra cosa que el reverso de la responsabilidad. Es decir, cuando eres libre, tienes que apechugar con las consecuencias de esa libertad, que uno no puede ser libre para lo bueno e inmediatamente buscar amparo cuando algo se tuerce o negar la responsabilidad de lo que a uno le ocurre.

No hay que ser el compañero de juegos del hijo ni el colega, sino el padre, pues para eso tienes la experiencia. Evolucionamos y crecemos a base de abandonos, de negaciones, de traiciones y de conquistas. Es la pedagogía que denominaba Platón de lo placentero y de lo doloroso. De esta manera un padre puede tener una relación muy cariñosa con su hijo, pero al hijo no caerle simpático el padre, como decía Freud y eso es algo que hay que aceptar, mejor que abdicar del papel de padre para convertirse en el amiguete.

Los padres tienen la obligación de enseñar a los hijos que el mundo ya existía antes que él, que ha habido todo tipo de experimentos antes, algunos fracasados, otros fueron un éxito y que él deberá partir de eso y no de una página en blanco. Frustrar es educar, es confrontar al hijo con una realidad esencial de la vida: No se puede todo, las cosas no salen siempre como uno pretende, y esto no es una grieta, una anomalía ni una injusticia. Es la vida real. Para vivirla con intensidad y plenitud, es preciso tener noción de sí, de los otros, de lo que existe del entorno. Tener consciencia también de que somos siempre parte de un todo que nos trasciende, que el horizonte de la vida va mucho más allá de nuestro ombligo.

La tendencia actual es contraria, se dice que la juventud es el valor por antonomasia, que tienen la razón en todo y al niño se le permite de todo hasta que tiene 16 años y ya hace tal cantidad de burradas que el padre desempolva su autoridad. Y ahí es cuando fracasa. Porque conviene recordar que la palabra autoridad provine de augeo, que significa lo que hace crecer, lo que ayuda a superarnos y evidentemente es necesario crecer desde el principio.

Si al hijo lo dejas a sus anchas te encuentras con que a los quince años te viene con una cazadora con una cruz gamada en el dorso. Entonces te pones hecho una fiera y el enfrentamiento es inevitable. Hay que explicarles desde el origen. que no todo vale, que no todo es relativo, que está lo bueno y lo malo, que no es lo mismo ayudar a altruistamente a cuidar ancianos en un asilo que echarles la zancadilla cuando van a cruzar la calle. Sino, los adolescentes acaban con la convicción de que no deben responder de sus actos ante la sociedad, sino con la creencia de que sólo responden ante la tribu. Y que la tribu les protege

Antes todo eso lo enseñaba la familia, lo que se llama la socialización primaria: enseñaban al niño aquellas normas primeras como respetar, tolerar, compartir, no ser brutal con los más pequeños, asumir las indicaciones u órdenes, etc. Ahora eso ha desaparecido en buena parte, esa socialización es rara vez cumplida por las familias.

Muchos padres varones quieren asumir el papel de madres, el niño tiene dos referentes digamos blandos. Es decir, se materniza la educación, porque la figura del padre es rígida y nadie quiere el rol de decir algo a los hijos muy concreto, explícito y que suponga un choque.

Pero los jóvenes, cuando ven que te impones razonablemente y les haces sentir tu autoridad, se sienten más seguros y hasta se acercan más afectivamente, necesitan que les confirmes la necesidad de ocuparse de ellos con el papel de padres. Leí un caso de dos hermanos sobre 15 y 17 años, hijos de padres muy progres. A los niños nunca les decían nada, les dejaban libertad total, desde bebés. Hasta que un día que el matrimonio había salido, quemaron la casa. Y cuando les preguntaron porqué habían hecho eso a sus padres, la respuesta fue. ‘para ver si se enfadan de una vez’ . Hartos de ese clima en el que todo daba igual.

Si los padres no ayudan a los hijos, con su autoridad amorosa, a crecer y prepararse para ser adultos, serán las instituciones públicas las que, más adelante , se vean obligadas a imponerles el principio de realidad por la fuerza.

Educar no es llenarles a los hijos la agenda con miles de actividades, cursos , prácticas deportivas y encuentros para que no se aburran y para que no molesten. Educar no es adular. Educar, en el verdadero contenido del concepto es frustrar. Aprender a usar la razón en sociedad: Es razonable quien sabe dialogar, lo cual significa saber escuchar cuando se le habla en lugar de mirar para otro lado. Es razonable quien respeta el derecho de los demás. Es razonable quien no ensucia a propósito el suelo porque ha aprendido que los encargados de la limpieza no son esclavos. Es razonable quien reconoce cuando se equivoca y sabe cuándo tiene que rectificar y pedir disculpas. Todas estas cosas tienen un origen común que se llama buena educación. Son cosas que no se aprenden en la escuela (aunque se pueden reforzar en ella). Se aprenden en la casa, con los padres.

Para educar, entonces, no hay que huir del miedo, hay que considerarlo, en origen, como un elemento positivo. El miedo es la primera reacción que produce contemplar de frente que somos finitos, que tenemos fecha de caducidad. La educación ha de enseñar a respetar más adelante por interés e ilusión lo que comenzamos respetando por una u otra forma de temor, pues nunca aprenderemos a liberarnos del miedo si nunca hemos aprendido a razonar a partir de ese temor.

Tenemos derecho a imponerles a los niños la disciplina sin la cual desde luego no aprenderían la mayoría de las cosas que consideramos imprescindible que lleguen a saber. Parece una contradicción que si el objetivo de la enseñanza es conseguir individuos libres, ¿cómo se puede admitir que se llega a ser libre y autónomo por la vía de la coacción, de la obediencia? Hegel entendía la libertad como algo a lo que se llega, la libertad no es una base de partida , sino un logro de nuestra integración social, no es ausencia original de condicionamientos, sino la conquista de la autonomía por medio del aprendizaje.

Cómo llevarlo a la práctica: con palabras y con el ejemplo. Primero debe imponerse la idea de que los hombres estamos en el mundo para explicarnos, para darnos cuentas. Y el ejemplo es importante, tu estilo de vida coherente. Ejemplo, cuando se lleva a los hijos al colegio: ¿Quién jamás cruza la luz roja del semáforo mientras lleva a sus hijos a pie al colegio?,¿Quién no habla jamás por el móvil durante ese mismo viaje, pero en automóvil ?¿Quién no estaciona en lugares prohibidos o en doble fila al final de ese mismo viaje? ¿Quién usa siempre el cinturón de seguridad?. Bien, los padres mientras llevan a sus hijos al colegio los están educando. Lo están haciendo con su presencia y con sus actos, que es como se educa. Mientras los padres dan excusas para justificar estos comportamientos, los chicos ya aprendieron a no respetar las reglas de convivencia, a saltarse los límites, a despreciar la seguridad y la prevención y a poner lo urgente por encima de lo importante.

miércoles, 15 de julio de 2009

Sexo en la conquista de América

El descubrimiento de América va a abrír un periodo de esplendor para el Imperio español. Al calor de buscar dinero rápido para salir de la generalizada escasez de la vida en la época muchos embarcaron para luchar y abrirse nuevas perspectivas.

Al llegar, la desnudez de los habitantes de América excitó mucho a los conquistadores según afirman las crónicas. Los pechos desnudos y el pubis sin signo de vello de las hermosas mujeres les parecía un sueño a la soldadesca que huía de la hambruna en España. Se desató la lujuria. Un soldado de Palos apellidado Álvarez tuvo en tres años treinta hijos de indias diferentes, en México.

Mapa de América - 1640. Wikipedia

Las relaciones a veces se basaron en el sometimiento y la captura. Otras eran los propios aborígenes los que las ofrecían. Tengamos en cuenta que Europa a partir del finales del Medioevo el fanatismo religioso, instrumentado por la Inquisición, había puesto en la mujer la causa de todos los males de la humanidad y actuaba en consecuencia, como en la caza de brujas. Por eso, cuando los españoles, por la misma época, llegaron a América, no les sorprendió el alevoso maltrato que practicaban los indígenas con sus propias mujeres, las que, como apuntábamos, -así fueran esposas, hijas o madres- eran vendidas a los invasores por bagatelas, o directamente obsequiadas para complacerlos, como hacían los guaraníes.

A partir de ahí la promiscuidad y el rápido mestizaje: en Asunción (Paraguay), se denunciaba que el español que está contento con cuatro indias es porque no puede tener ocho, y el que con ocho porque no puede tener dieciséis .En Chile unos cientos de conquistadores mantuvieron una actividad sexual frenética. La maratóniana actividad sexual de los conquistadores españoles en América adquirió dimensiones colosales: unos, relativamente pocos hispanos (de entre los que no se excluían capellanes, frailes adoctrinadores y curas), consiguieron cambiar la composición étnica del continente, cuya población es hoy predominantemente mestiza.

El primer emplazamiento de Buenos Aires, obra de don Pedro de Mendoza, fue abandonado a mediados del siglo XVI. Los libros de historia hacen hincapié en las mejores condiciones naturales y climáticas que rodeaban a la ciudad de Asunción, comparándola con las que ofrecía la zona rioplatense. Pocos reconocen, sin embargo, que una cuestión de sexo, primó en la decisión tomada por los españoles. En efecto, las mujeres guaraníes eran amables, cariñosas y muy condescendientes con los conquistadores, mientras que a las damas bonaerenses y charrúas, por su gran hostilidad, no había manera de acercarse. Por el contrario, convenía mantener prudente distancia de ellas dadas su tendencia a la antropofagia. A Buenos Aires la refundan los lujuriosos de vuelta desde Asunción; cuando la Corona de España ordenó repoblar la ciudad porteña abandonado por varias décadas, fueron los hijos criollos de aquella unión fogosa, quienes bajaron al Río de la Plata comandados por Juan de Garay, a realizar la tarea refundadora.

Las autoridades incas custodiaban celosamente la Casa de Reclusión de Cajas (Perú) donde vivían 500 doncellas menores de 14 años, quienes eran entrenadas para servir como amantes y concubinas de los funcionarios públicos del imperio o para rendir culto al dios Sol. Sin embargo, Diego de Trujillo, cuando llegó al lugar al frente de un contingente de 40 españoles deseosos de confraternizar, ordenó llevar las niñas recluidas a la plaza del pueblo y las repartió entre sus soldados, provocando el júbilo de éstos, tocándole a cada uno un promedio de 12 vírgenes.

Bartolomé Colón, fundador de Santo Domingo, tuvo una recepción inolvidable. Mientras el cacique Bohechio aprestaba sus tropas para defenderse de los invasores hispánicos, su hermana Anacaona, más pragmática, optó por otra estrategia. Cuando el Adelantado desembarcó en la isla, fue recibido por un nutrido grupo de vírgenes locales ataviadas sólo con una cinta alrededor de la frente. Según cuenta el cronista, el comité de bienvenida lo integraban decenas de jóvenes cuyo rostro, pecho, tetas, manos y demás partes son muy hermosas y de blanquísimo color y que, a los atónitos visitantes, se les figuró que veían esas ninfas salidas de las fuentes de que hablan las antiguas fábulas. Colón y su gente fueron agasajados con una opípara cena y luego se les suministró hamacas para pernoctar bien acompañados.

En Cuba, según Gonzalo Fernández de Oviedo, cuando los indios se casan la novia fornica con todos los invitados siguiendo un rango de jerarquías, siendo el último el esposo.

Pero la consecuencia fue que junto al oro de los galeones llegó a Europa la sífilis gran azote desde entonces hasta el invento de la penicilina. Sus principales transmisoras a partir de aquí serían las prostitutas que invadieron Sevilla, el único puerto del Imperio autorizado a comerciar con América. Por la misma época el escritor y clérigo español Francisco Delicado, el autor de La Lozana andaluza, afincado en Italia, que clasificaría más de cien clases de putas en la ciudad de los Papas, unas profesionales con cuyos impuestos se pagó - está demostrado - a Miguel Ángel la decoración de la Capilla Sixtina.

domingo, 12 de julio de 2009

La mirada inmóvil


Algunas cosas nuevas pasan desapercibidas, quizás por lo mismo que nuestra atención se concentra sobre objetos en movimiento. Los elementos inmóviles de un paisaje han de mirarse uno a uno antes de aparecer, y los trozos nuevos deben tener algo previsto o que no sea nuevo para que destaque.

on the street by halina1601 On the street, por Halina1601

Si el paisaje es totalmente nuevo conmueve en principio menos que si está acompañado por novedades de segundo orden, como cuando en un museo nos topamos con cuadros o esculturas ya familiares.

En el fondo esto no es tan extraño; al cabo de un rato de ponernos los zapatos dejamos de notar su presión, y no somos conscientes del zumbido del aire acondicionado hasta que se apaga. Son ejemplos de adaptación sensorial: en realidad, sólo percibimos los cambios, lo inmóvil es invisible. Cuando fijamos la vista en un punto, en realidad el ojo no se queda fijo: sigue realizando “microsacudidas” involuntarias, de amplitud muy reducida. Y cuando se eliminan estas sacudidas, es decir, cuando por fin la imagen queda estática sobre la retina como en una cámara de fotos… se vuelve invisible. Las microsacudidas de los ojos son un truco para conferir movimiento a lo estático y hacerlo así visible.

La fascinación del ojo ante lo móvil explica por qué resulta tan común obrar de manera torpe en los locales de copas. El patosillo los recorre de una punta a otra mirando ciegamente hasta darse a menudo de bruces con otros parroquianos. Como aspira a captar todo sin demora, apenas ve nada y encima es visto de lleno, imbuhído de una mezcla de prisa y avidez que no exalta su atractivo.

Estar provechosamente en un sitio de copas exige economía de movimientos. Por ejemplo, conseguir una bebida y buscarse algún sitio desde donde observar tranquilamente, la única manea de saber si hemos llamado la atención de alguien por el buen método, que es interceptar su mirada por sorpresa. Los seductores observan sin moverse porque no olvidan que lo móvil sólo puede captarse de manera borrosa. Ver, en sentido propio, reclama que observador y observado se detengan por completo, siquiera un instante.

Empero la mirada que se fija largamente en un objeto acaba dejando de ver al objeto tanto más cuanto más tiempo e intensidad se concentra en él. Según Adrian Unger, fisiólogo de la universidad franciscana de Löewen, y él mismo franciscano, la mirada más eficaz es la que se hace a hurtadillas y precisa, concreta y rápida. Mucha continuidad de la máxima relación entre el ojo y el objeto acaba con la realidad de ambos.

Si te mueves no ves, si te fijas mucho pronto desenfocas.

jueves, 9 de julio de 2009

La inteligencia surge de los sentidos y de la memoria.

El bueno de Condillac, vía Enciclopedia Británica

En su Tratado de los sentidos (1754) el filósofo sensualista Etienne Bonnot de Condillac - Era el abad de la ciudad de Condillac y al final el topónimo fue el nombre por el que se le conoció-, muestra de qué forma todo nuestro saber y todas nuestras capacidades se derivan de los sentidos.

Para él es la atención el sentido más desarrollado, superior a los otros; la memoria es el sentido guardado en secreto que posibilita la facultad de comparar lo que implica también la atención y de esa facultad de comparar surge el discernimiento; la capacidad de abstracción es la atención dirigida a la cualidad de un objeto. Y la imaginación es la facultad de relacionar imágenes. Para exponer su sistema, Condillac diseñó una estatua en la que van apareciendo los diferentes sentidos uno tras otro.

Darwin toma el relevo y en su Cuaderno de notas (1856), expresa su programa de derivar las facultades humanas superiores a partir de los procesos más simples que también poseían otros animales: "Tan pronto como se desarrolla la memoira... tendrá lugar la comparación de las sensaciones ... y de ahí el juicio que es parte de la razón".

martes, 7 de julio de 2009

El Islam y la violencia.

Mezquita de Al-Aqsa











La Sura de la Peregrinación XXII dice «A quienes luchen por haber sido víctimas de alguna injusticia, les está permitido luchar y verdaderamente Alá tiene poder para ayudarles».

Cronológicamente, esta es la primera referencia revelada al Profeta durante su huida a Medina, que autoriza en el Corán el empleo de la violencia.

La Sura de la Retractación IX, señala «Y cuando hayan pasado los meses inviolables, matad a los asociadores donde quiera que los halléis. Capturadlos, sitiadlos y tendedles toda clase de emboscadas...».

Esta cita es la que fundamenta, entre las escuelas más radicales y enemigas de la interpretación, el precepto legal de luchar contra los no creyentes.

Y continúa

«Combatid contra aquellos, de los que recibieron el Libro, que no crean en Alá ni en el último día, no hagan ilícito lo que Alá y su Mensajero han hecho ilícito y no sigan la verdadera práctica de la adoración».

Supone el espaldarazo definitivo, según los teólogos fundamentalistas, para la obligación de combatir a los infieles.

Estos son los pasajes más representativos del Corán sobre la obligación de los musulmanes de combatir a los no creyentes. Han dado pie a las escuelas más rigoristas, a lo largo de los siglos, para imponer como precepto divino el ejercicio de la yihad, como «guerra santa».

Pero el Corán, muy extenso, habla de lo divino y de lo humano, de la forma de adorar a Alá y del reparto de las herencias... Así, se refiere también a la tolerancia en materia religiosa.

Tolerancia religiosa

«Y si tu Señor quisiera, creerían todos cuantos están sobre la tierra. ¿Acaso puedes tú obligar a los hombres a que sean creyentes?». (Sura de Jonás X).

«No hay coacción en la práctica de la adoración, pues ha quedado claro cuál es la buena dirección y cuál el extravío». (Sura de la Vaca II).

La traducción es de Abdel Ghani Melara, quizá la más canónica, avalada por el Ministerio de Asuntos Islámicos de Arabia Saudí en el año 1996,

Durante tres o cuatro generaciones tras la muerte del Profeta, en el año 632, la yihad fue entendida como «lucha» en el sentido de enfrentamiento o combate con el enemigo; no en vano los musulmanes vivieron casi un siglo de luchas tribales y guerras civiles. Las primeras biografías de Mahoma recibían la denominación de «Libro de las razias». La «guerra santa» fue, históricamente, la primera acepción de la yihad.

Las escuelas islámicas más rigoristas, partidarias del respeto estricto a lo escrito y no de interpretar el espíritu de la letra, permanecerán fieles a esta acepción hasta nuestros días. Pero son escuelas minoritarias.

Desde el siglo X hasta el presente, pronto se abre camino en el islam la interpretación historicista de las palabras del Corán, adaptándolas al correr de los tiempos. Omeyas en Córdoba y Damasco, y abasíes en Bagdad, adoptarán esta línea teológica revisionista.

Así, el término yihad pasa progresivamente a ser entendido, de forma mayoritaria, como «esfuerzo» o «lucha interior». Esta interpretación viene avalada por el propio Corán, que utiliza preferentemente la formulación «esfuerzo en el camino de Dios»-.

Una lucha interior que podría perfectamente hermanarse con el «camino de perfección» o con el «vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero que muero porque no muero». La lucha espiritual de Santa Teresa se corresponde con el esfuerzo interior de un místico musulmán.

Durante un milenio, la yihad pasa pues a ser «esfuerzo interior», quedando reservado el concepto de guerra o batalla para el vocablo árabe «qital», equivalente a «combate».

Retroceso parcial

Desde 1928, con la creación en Egipto de la Hermandad Musulmana y más tarde con el fracaso en el mundo árabe de los socialismos y nacionalismos, rebrota con fuerza entre los radicales la idea de yihad como guerra santa. Pero es a partir de la mitad del siglo XX, con las guerras de Palestina, y luego las de Irak y Afganistán, con el sentimiento de humillación, cuando la yihad desanda definitivamente el camino andado y el concepto vuelve a convertirse, para los algunos islamistas, en inequívoco: es otra vez la guerra santa, y no la lucha espiritual contra uno mismo.

En cualquier caso, los abanderados de la guerra contra el infiel, el no creyente, son muy minoritarios entre los 1.400 millones de musulmanes en el mundo. Pero son la mayoría silenciosa frente a los radicales.

sábado, 4 de julio de 2009

La seducción del lenguaje

Decían los escolásticos que el lenguaje era el sexto sentido, hecho de tacto y de música.

Neo Rauch

El filósofo especializado en lingüística Donald Davidson reafirma la idea de Wittgenstein de que el intercambio social es la base del lenguaje y del conocimiento, una tesis que se opone a la idea cartesiana, dominante durante mucho tiempo, de que la mente de un individuo podría por sí sola conocer el mundo. La teoría de Davidson indica que la comunicación con los demás es la que define la realidad.

Hay una fascinación en el lenguaje que por encima de todo implica una mirada por encima de la literalidad de las cosas. En los momentos de peligro, en el caos y en el dolor es a menudo la única fuente de consuelo: lo que hay al otro lado de esa miseria.

El famoso teórico de la comunicación Paul Watzlawick relataba un experimento en ¿Es real la realidad?, experimento que habían denominado de 'El chico de las soluciones difíciles'. Juntaban un grupo de jóvenes, les ponían ante una serie caótica de estímulos luminosos y sonoros, y luego les preguntaban cuál había sido para ellos el orden seguido. Unos decían que no había orden alguno (eran los que acertaban); otros inventaban alguna estructura sencilla; y al final siempre había uno que explicaba lo que había pasado de la manera más incomprensible, sacando de aquí y de allá, mezclando poesía con matemáticas y filosofía con deporte. Bien, invariablemente éste era siempre el que persuadía a los otros con su idea, que finalmente aceptaban de modo unánime.

miércoles, 1 de julio de 2009

Paréntesis clarificador de la crisis

Hace poco tuve una inspiración y comprendí el modo imposible en que se sustentaba la economía española.

Archivo:Kolkhoznitsa.jpgObrero y koljosiana. Vera Mujina .


Como sabemos, quizás un tercio de la población trabajaba en el ámbito de la construcción y sus muchos oficios derivados, desde la carpintería metálica a las mil instalaciones, calefacción, ascensores, etc, etc.

Comprendí que el sistema era el siguiente: el trabajador empieza a currar en una constructora y como gana un dinerito decide comprarse un piso, el banco le da un crédito, y con una parte de ese crédito, que va de golpe al constructor, éste le paga la nómina. El resto lo usa el empresario para gastos diversos y beneficios.

Es decir, el sueldo era autofinanciado, se lo pagaba uno mismo.

Es como si uno no trabaja, pide un crédito a muy largo plazo y ese crédito le sirve por una parte para vivir el día a día y por otra para pagar las mensualidades al banco. Y no hace falta currar. Pues algo similar era el absurdo de estos años.